La primera pregunta qué
podríamos hacernos es qué es el apego,
para qué utilizamos ese término…y así, la primera respuesta que podemos
dar es que nos ayuda a definir la relación afectiva existente entre el niño y
el adulto.
Seguro que en muchas
ocasiones habéis leído u oído que desde que nacemos tenemos esa necesidad de
contacto, de sentirnos protegidos y cuidados.
Pues bien, John Bowlby, pionero en las teorías de apego,
definió la conducta de apego como “cualquier
forma de comportamiento que hace que una persona alcance o conserve proximidad
con respecto a otro individuo diferenciado y preferido. En tanto que la figura
de apego permanezca accesible y responda, la conducta puede consistir en una
mera verificación visual o auditiva del lugar en que se halla y en el
intercambio ocasional de miradas y saludos. Empero, en ciertas circunstancias
se observan también seguimiento o aferramiento a la figura de apego, así como tendencia
a llamarla o a llorar, conductas que en general mueven a esa figura a brindar
sus cuidados”.
Y no es menos importante
destacar diferentes principios básicos que se han dado bajo esta premisa, tales
como que todos los animales, incluidos nosotros (los seres humanos), buscamos
la protección, el cuidado cuando no sabemos si estamos ante un peligro o
amenaza…Cuando nacemos no sabemos si nos encontramos ante un peligro o amenaza,
no sabemos si nos encontramos en un medio seguro o no, resulta “algo nuevo” para
nosotros y buscamos ese piel con piel, esa búsqueda de protección.
John Bowlbly hizo referencia a la relación
causal existente entre el tipo de apego infantil y las posteriores
vinculaciones emocionales. Es decir, quién son nuestras figuras de apego y qué
podemos esperar de ellas; cuando los niños interiorizan los modelos de relación
con sus figuras de apego, los mismos (modelos) les servirán de guía para establecer otras relaciones
significativas a lo largo de su vida.
¿Creéis
en la importancia del apego? ¿Qué significa para vosotros?
En el próximo post hablaremos sobre
los diferentes tipos de apego y ¡muchas más cosas!
“Cuando te acaricié, me di
cuenta que había vivido
toda mi vida con las manos vacías”
Alejandro Jodorowsky
Ana Madueño
Psicóloga
No hay comentarios:
Publicar un comentario